Mari Jayo: Primera instructora de baile

Mari Jayo
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Los cantos y bailes: nuestro patrimonio

La motivación para emigrar

Mari Jayo conoció a su esposo José Manuel Jayo, en Euskadi, una vez que se graduó de médico veterinario porque estuvo como huésped en su casa natal. Tras dos años de noviazgo y a ver que no lograba encontrar trabajo en su profesión, ella le dijo “yo me voy primero a Venezuela y luego vienes tú”. Es así como Mary llega a Venezuela, encuentra empleo y prepara el terreno para recibir a José Manuel.

Su primer empleo en Venezuela

Mari Jayo llega a Venezuela en 1957. Salió de Santurce y la travesía duró 8 días. Llega a Caracas y su primer trabajo fue como enfermera en el consultorio del doctor Semprún. Más adelante se dedicaría a cuidar a personas enfermas.

José Manuel Jayo fue contratado como veterinario en la Hacienda Monte Sacro, en aquellos años propiedad de Nelson Rockefeller. Allá vivieron diez años y Mari se dedicó a colaborar con la medicatura del pueblo y le gustaba organizar actividades para los niños de Chirgua, especialmente para Navidad.

La Guerra Civil

De los cuatro a los seis años, estuvo aprendiendo y bailando danzas vascas; al estallar la guerra según ella misma relata “tuvimos que dejar el baile, enterrar los trajes debajo del estiércol porque la Guardia Civil venía a revisarte y si encontraban algo te metían preso. De hecho, mi padre y mi hermano estuvieron presos porque no éramos franquistas. Así que se terminaron los bailes pero mi madre nos seguía cantando las canciones”.

Bailes y coritos de Gabon.

Aurresku
Begoña Jayo y Eguzki Uzcanga bailando por primera vez el Aurresku que Mari Jayo les enseñó en Aberri Eguna de 1977

Mari Jayo fue la primera instructora de danzas tradicionales vascas de nuestra Euskal Etxea; gracias a ella se conformó el primer grupo de bailes y con mucha paciencia nos fue enseñando un bonito repertorio de bailes. Ella cuenta que el baile que más le gusta es el Aurresku; lo enseñó a su hija Begoña y a Eguzki Uzcanga quienes fueron las primeras en bailarlo en el Centro.

También instauró Mari los Coritos de Gabón y durante varios años preparó a los niños para ir a cantar de casa en casa un día y otro para cantar en la Cena de Gabon del Centro Vasco.

Ha trabajado mucho por nuestra Euskal Etxea y hoy día, pese a las limitaciones que padece, participa con entusiasmo en las actividades que se realizan.  Mari es una de tantas personas que han trabajado mucho y con mucho cariño para dar vida nuestro Centro. Eskerrik Asko.

 

 

 

 

 

Compartimos este texto escrito por Mari:

 

Euskera zarra-bizkaitarra

Asko daukogu gogoratzeko geure hiztoriak zarakin

Itxigendundana, Euskalherrian, eta geure biotzean

Ekarigen dun, aimbat gauza ezindogula aztu.

 

An geratuziren anai arrebak, aita eta ama

Eta geure Euskadi polita

Agur eta biar arte ezanda

 

Eta jaungoikoak gure badau laster topauko girala berriz

Eingendun Euskadi txiki bat Valenciako Eusko Etxean

Eta Venezuela da Euskadiko Ikuriñari homejajea zora

Garizco Aurrezkuaz Dantzari ikuriñak goratuaz.

 

Euskadiko zoñua da abestia entzunda begiak be

Negarrez dogu biotzako zedituaz.

Oso zoriontzuak dire gure dantzan, dantzarien

Jantzial, nabartu eta ikurriñak aztatu.

 

Pilota alkarleia.

Janariak, oso gozoak Euskal Herriko moduan

Anaitasuna alkartuzoño eta abestiak, bezkaloztiani,

Guerreen erain bezela

Eta orelan asman dogu. Euskalherrian gauzela.

Mari Jayo

 

 Tomado del libro: XXX Aniversario del Centro Vasco.

 

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